Hoy hemos ido, al tiempo que muy oportunamente comenzaba la primavera, a la representación de Lisístrata, de Aristófanes, en el Teatro Principal de Zaragoza.
Primero unos pocos créditos. Reconocemos la labor de los Festivales de teatro Grecolatino y de la asociación cultural Foro Humanístico Iuventus Aetatis como organizadores. De Pedro Sáenz Almeida, como excelente traductor, y del grupo de estudiantes universitarios Teatro clásico de la Universidad de Alicante, dirigidos por Andrés Vinaches. En las butacas, y encantados de aplaudir, los alumnos de 1º y 2º de bachillerato del IES Avempace (faltaba A. por un problema médico realmente extravagante), de los que vemos aquí una instantánea.
La obra ha sido escandalosamente buena, en todos los sentidos de la palabra “escandaloso”, a saber: “muy buena” y “obscena” hasta partirse. De ahí que no se hable en las comedias de otra cosa que de “mi lana”, “darle al remo”, consoladores milesios de ocho dedos, vestiditos amarillos… Puestos a justificar, dicen los estudiosos que los ritos teatrales tienen su origen en fiestas campesinas de fomento de la fertilidad de la naturaleza. Son ganas de complicarse la vida; con lo fácil que es decir que el sexo, aquí y en la Heraclea póntica, siempre ha sido cosa de mucha risa (por la represión que hay, más que nada). Pero esta explicación, en una tesis doctoral, como que no.
También se habla de política, claro, y sorprende que se tratara así la paz en una ciudad sometida a la barbarie de la guerra. Aquí va un helenajo (curioso que no tengamos el correlato de latinajo, lo doy por inventado): παρρησία es como llamaban a esto, o sea, “decir todo” o libertad de expresión. (Y lo pongo en griego de gusto que me da ver escrito el griego politónico en la red, con los sudores que ha costado hacerlo posible.) No sólo no le cortaron la cabeza a Aristófanes sino que le dieron varias veces el primer premio en los festivales dramáticos.
Para acabar, como dijo el traductor de Aristófanes, “Chas”. ¡Y cómo se movía la Concordia!
Post data sólo para adultos: unas ilustraciones decimonónicas de Aubrey Beardsley sobre pasajes de Lisístrata.
Añadido 17/4/2006. Hay profesores que han hecho del teatro grecolatino una pasión: el blog de Paco Tejedo, Katharsis, da cuenta de su propio caso.
Comentarios
Ιησους #
Pues, efectivamente, la representación de la obra ha sido muy buena, la actriz que hacía el papel de Λυσιστράτη era de las que mejor lo hacía, en general todo muy bien, incluido el coro (muy bien sincronizado) que me ha recordado a la película “Poderosa Afrodita” de Woody Allen, que está narrada por un coro griego. Quizá como unicas pegas (fruto de mi pedantería), la añoranza al texto dramátrico que, una vez leído, la representación tenía menos sorpresas. También se notaba, desde mi punto de vista, hacia que público estaba dirigida la obra (no soy muy amigo de la sobreactuación).
Pero en general, una buena nota para la representación.
χαῖρε
(PD: sí que da gusto escribir en la red con griego politónico, sí)
JoseAngel #
Muy bueno lo del helenajo, me lo apunto. No sé si me contará como helenajo si lo pongo en román pal latino, pero sobre la “parresia” tiene un libro buenísimo Michel Foucault, lectura muy muy recomendable para los aficionados a cantar las cuarenta caiga quien caiga.
pómpilo #
JoseAngel, por el mismo precio te has olvidado de poner el título de Foucault, y ya puestos un resumen medianamente legible, porque dicen que el tal se las gasta.
JoseAngel #
Yo me lo he leído en inglés: Michel Foucault, Fearless Speech. Ed. Joseph Pearson. (Foreign Agents). Los Angeles: Semiotext(e), 2003. Una cita, a falta de resumen:
“La parrhesia es un tipo de actividad verbal en la que el hablante tiene una relación específica con la verdad mediante la franqueza, una relación específica con su propia vida mediante el peligro, un tipo de relación consigo mismo o con otros a través de la crítica (autocrítica o crítica de otras personas), y una relación específica con la ley moral mediante la libertad y el deber. Más exactamente, parrhesia es una actividad verbal en la cual un hablante expresa su relación personal con la verdad, y pone en riesgo su vida porque reconoce que el decir la verdad es un deber para mejorar o ayudar a otras personas (así como a sí mismo). En la parrhesia el hablante usa su libertad y elige la franqueza en lugar de la persuasión, la verdad en lugar de la falsedad o el silencio, el riesgo de muerte en lugar de la vida y la seguridad, la crítica en lugar de los halagos serviles, y el deber moral en lugar del interés particular y de la apatía moral.” (Fearless Speech p. 19-20).
Miss Olimpo #
Hola a todos! soy una de las viejas griegas que machacaron a los griegos para que se dejaran de tonterias e hicieran la paz de una vez!! Bueno que muchas gracias por la crítica, de verdad que nos hace mucha ilusión que os guste la obra y que os rierais, ese era el propósito! Y escribo para pediros un favor: ¿teneis fotos de la obra en Zaragoza? Nos gustaría mucho verlas… muchas gracias a todos, especialmente a “Pompilo” ;)
pómpilo #
Lo siento, hice un par de fotos, pero respetuosamente anulé el flash, y salieron totalmente borrosas por falta de luz. Si no, las habría puesto en la web. Espero que sigáis teniendo éxito, lo obra está muy bien, de verdad.
Andra Babici #
Uyyyy, recuerdo perfectamente ese día, especialmente el “problema médico realmente extravagante” de A., porque fui yo la primera que recibió la noticia de tal catástrofe de la salud humana (tener la parte inicial del aparato digestivo metida en la parte final del mismo aparato de la anatomía humana, tratándose, eso sí, del aparato digestivo de una única persona) y también yo la que se lo comunicó “al de griego”, que puso una cara como de no haber oido nunca esa expresión. Y bueno, la otra A. (de las dos chicas A. del segundo) era yo, la primera a la izquierda en la fila de arriba. Ayyy, como añoro las clases de griego…