Pero «Movimiento sísmico» lo llamó su autor, el poeta chileno Óscar Hahn. Dice así:
Movimiento sísmico
Tuve una vez un gran amor
que derribó mi casa
agrietó mis puentes
y me hizo perder el equilibrio
Después vinieron las réplicas:
amoríos de baja intensidad
que ni siquiera
me hicieron temblar
En cuanto al gran amor
ay mísero de mí
todavía respira
debajo de las ruinas
¿Y qué digo yo «Cadena perpetua», matasiete, si llevo toda la vida disfrutando la miel que mana de esa herida?
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