Para vigilias las del invierno mientras el frío, ahí fuera, hiela la sangre. Sólo que no sabe extinguir, no le enseñaron, este incendio.
El letrado, para estas convalecencias, se sirve una copa y paladea versos. Como éstos del persa Baba Taher. El traductor, en este caso, se ganó sobradamente el sueldo.
Vigilia
Imagino tus labios blandos
y el peso apenas de tu cuerpo de paloma
reclinado en el mío cuando me besas.
Tus manos ciñen mi nuca
como la de un enfermo.
Para ser un fantasma, hermana mía,
besas como una hurí.
Holocausto
Si no sonríes me doleré
de haber extinguido el sol,
y si sonríes sufriré
porque esa sonrisa no es mía.
Que ardan, pues, los astros
y me consumas entero.
Añadido 28/12/2008. Resulta irónico. Ahora me doy cuenta de que escuchaba entretanto, una y otra vez, el CD de Silje Nergaard titulado precisamente Nightwatch, “Vigilia”, sin darme cuenta de la coincidencia; está visto que mi subconsciente sabe más inglés que yo. Aquí un tema, «I don’t want to see you cry».
Comentarios
elena #
Ahora entiendo cómo se ha conseguido que por fin suba la temperatura y se despeje la niebla…
Anónimo #
Disculpe usted. Pero entiendo algo de poesía y no he encontrado esos poemas entre lo poco que hay publicado en internet de Baba (con b) Taher Oryan Hamadani. ¿Podría concretar edición y página? Además ese tono… Yo diría que apesta a apócrifo.