Nunca, o casi, he hablado aquí de mi otro blog: El origen naval de la arquitectura y la escultura griegas. El otro día me preguntaron si lo tenía colgado. No exactamente, le doy vueltas, lo volteo como los griegos a sus barcos, preguntándome si volviendo a redactar su sinopsis tendría algún futuro: podando sus evidentes excesos, y sobre todo yendo al grano (“primero, segundo, tercero…”). Al tiempo le saqué el otro día unas astillas para hacer presentable este dibujo.
La próxima vez que veas representado un barco griego, ¿podrás evitar dar la vuelta al libro y preguntarte si no estás ante el germen de un templo? :) De nada.
Comentarios
JoseAngel #
Hombre, pero mejor, por fidelidad a tu propia teoría, apóyalo en columnas, o troncos, y no sobre muros, ¿no? Los muros más adentro.
Sergio M #
He llegado a este post desde el blog Voces Griegas – de Ana – y he recordado una cita de Le Corbusier (confirmar esto): los barcos son la arquitectura más fascinante del mundo
pómpilo #
Gracias por el dato, Sergio. En ingeniería se llama “Aquitectura naval” al diseño de barcos. Hace un par de días he leído a un arquitecto que afirma, como la cosa más sabida del mundo, que “existen ejemplos de arquitectura vernácula en que se utilizan cascos de barcos, puestos al revés, como cubiertas de casas. O versiones en piedra de estos mismos…” A pesar de mi decepción por el nulo eco que he recibido, sigo pensando que la idea es buena.