A pesar de ser ésta la primera convocatoria en Aragón del Concurso Odisea 2011 los datos de participación han sido muy buenos. Según informa Roberto Lérida, el coordinador del concurso en Aragón, se han inscrito, y están ya participando, 192 alumnos de 14 IES de la comunidad. Los datos de las otras dos comunidades implicadas son igual de buenos; y eso precisamente es lo que me ha llamado la atención.
En Aragón, sobre una población de un millón de habitantes se han inscrito unos 200 alumnos (192). Galicia tiene casi tres veces más habitantes (2,7 millones para ser exactos) y se han inscrito tres veces más alumnos que en Aragón (611). Por último, en la Comunidad Valenciana, que tiene cinco millones de habitantes, se han inscrito cinco veces más alumnos que en Aragón (996). En números por cada 10.000 habitantes, que es una escala grata a los estadistas:
Aragón: 1,92 x 10.000 habitantes
Galicia: 2,03 x 10.000 habitantes
C. valenciana: 1,99 x 10.000 habitantes
Vamos, que los números cantan a coro una misma cifra: dos alumnos por cada 10.000 habitantes, décima arriba o abajo. Por eso no es descabellado atreverse con la siguiente pirueta prospectiva: si todas las sedes de la SEEC de España se suman el curso próximo al concurso Odisea, es verosímil que se inscriban en él unos 9.000 alumnos. Eso es un mogollón de alumnos, en toda España, enganchados como posesos a aprender cultura clásica, deleitándose a modo durante al menos toda una semana. Si tal cosa llega a ocurrir, el mérito será primero de los pioneros, por ser los que han hecho posible éste que ya es un pequeño milagro (ver mapa).
En material pedagógico
De los premios que ofrece la organización de la fase autonómica en Aragón no acaba de convencerme la coletilla esa tan habitual de no-sé-cuántos euros “en material pedagógico”. Los alumnos al oírla resoplan de decepción. A mí me recuerda a aquella frase antigua que los más descarados soltaban a los pobres con la limosna: “Y no se lo gaste usted en vino”.
Digo yo que, bien mirado, ¿en qué se gastarían el dinero los alumnos ganadores si el premio se diese en metálico? ¿En drogas? ¡Venga ya! Se trata de alumnos adolescentes que participan en un concurso de cultura clásica; eso ya introduce un sesgo en la muestra poblacional, que dicen los cursis, en una dirección muy poco salvaje. ¿Que en vez de libros se compran un pantalón caro o unas zapatillas? ¡Vaya crimen! Además, se supone que lo verdaderamente educativo es el desarrollo del concurso, que consiste en aprender un montón sobre cultura clásica, no la zanahoria, que necesariamente tiene que ser dulce y elegirse al gusto de la boca del asno.
Comentarios
Ángela #
Podrían haber hecho este concurso un par de años antes. Jaja
pómpilo #
Γειά σου, Άγγελα, τί κάνεις; Os lo habríais pasado bien y habríais sufrido a partes iguales, como les ha pasado a los de primero de este año. No han ganado, porque “muchos son los llamados y pocos los elegidos” (Mateo 22.1.14). Γειά, μωράκι.