Hay culpables, y uno de ellos es Google

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Hay culpables de esta crisis, fue uno de los mensajes lanzados por los sindicatos convocantes de la huelga general del 14 de noviembre de 2012. Entre otros son culpables los pequeños, los medianos, y sobretodo los grandes evasores de impuestos, es decir las mayores fortunas. Primero aleccionan al legislador títere para que redacte la ley a su medida y, a continuación, contratan a los mejores evasores, perdón, asesores fiscales para que les priven hasta de pagar las migas. La Hacienda española, por orden de la autoridad, está especializada en la caza de la gran masa de robagallinas fiscales (léase PYMES), y el resultado es que las grandes empresas como Google con la obligación tributaria se fuman un puro. Mejor dicho, se toman un irlandés doble y un sanwich holandés.

Descubro en Desnudando a Google (ISBN: 978-84-234-2862-5), de Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, que en el año 2009 la empresa que tiene copado el mercado de la publicidad electrónica en España obtuvo en este país ingresos de varios cientos de millones de euros (las estimaciones varían entre 300 y 500 millones), lo normal dado su tamaño. Pero declaró un beneficio ridículo y pagó en impuestos al estado español que les provee de servicios (sanitarios, policiales, sociales, protección jurídica y un largo etcétera que hace posible el desarrollo pacífico de su actividad extractiva) la friolera de 26.419 euros. Eso, por contextualizar, es lo mismo que pagan de impuestos, por ejemplo, tres profesores de instituto o un solo dentista honrado; si tomamos el claustro completo de un instituto de los que hay por decenas en una gran ciudad, resulta que ese solo claustro paga al estado español veinte veces más impuestos que Google.

Lo del Double Irish with a Dutch Sandwich (véase el gráfico explicativo del NYT) consiste en lo siguiente. Casi todo el dinero que Google factura en España lo paga a Google Irlanda en concepto de servicios prestados a la filial española, con lo cual ésta prácticamente no produce beneficios. Y eso porque la tributación del impuesto de sociedades en Irlanda es sólo de 12,5 % (frente al 20-30 % de los demás países europeos). Ese es el Double Irish. Pero como el 12,5 % de cientos de millones sigue siendo mucho dinero, lo mejor es hacerse con él un sandwich holandés, o sea. En Irlanda algunas transferencias entre países miembros de la UE están exentas de impuestos, así que Google Irlanda transfiere sus beneficios a una empresa subsidiaria radicada en Holanda, que a su vez los transfiere a Google Ireland Holdings con sede en las Bermudas, paraíso fiscal cuya tasa de impuestos es del 0%. Voilà!, nada por aquí, nada por allá. Si eres pobre, por hacer algo así te llaman trilero y te meten en la cárcel, si eres rico su alteza real te entrega en mano el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación 2008, dotado para mayor escarnio con 50.000 euros procedentes del erario público. Como país no se puede ser más gilipollas.

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Comentarios

  1. Antonio Villanueva

    Alucinante comentario y muy documentado. Y ahora ¿con qué cara les decimos a los alumnos que merece la pena ser honrados?

  2. elena

    ¡Mira, las multinacionales! ¡Qué guapas ellas!, que hasta parece que les molan el latín y el anarquismo, pues siguen prefiriendo la Lex Mercatoria. Eso dicen por aquí.

  3. paganeti

    Así que Google España paga uno 92.000 euros anuales al Estado por sus aproximadamente 130 empleados, entre impuestos y seguridad social. ¿No es suficiente para el señorito? ¿No le alcanza para que pague la “seguridad jurídica” tasas aparte la seguridad social, con sus colas y listas de espera, y los ¿“servicios sociales”?, amén de la policía? Comparativamente un autónomo paga lo esquilman más pero ¿conoce otro método el funcionario con sueldo seguro y beneficios para que las empresas no sigan marchándose del país y dejando tras de si colas y colas de gente en paro?

  4. pómpilo

    Hola, paganeti, imbécil (aclaro que no me gusta insultar a las visitas, lo hago sólo para que te sientas como en tu casa, y para abandonar cuanto antes este terreno y pasar al de los argumentos, que es de lo que se trata).

    Según esta página, la cotización de una empresa por la seguridad social de 130 empleados pueden salir por 750.000 euros/año., ocho veces la cifra de la que hablas. Además la cotización empresarial a la seguridad social nunca sería un impuesto, sino una parte de los costes laborales, un pago indirecto al trabajador (es cierto que en el artículo digo que el estado provee a Google y sus empleados de “servicios sanitarios”; se trata de un error que reconozco ya mismo, pero que no afecta al grueso de la argumentación). Para acabar, seguramente sabes que los impuestos no se referencian al número de trabajadores, sino a los beneficios y ahí, en la atribución de beneficios, es donde empieza la labor de trile de Google Spain. Como no nos consta, pues, cuánto pagó Google Spain por impuestos en 2012, vamos a seguir manejando la cifra de 26.419 euros de impuestos de 2009.

    Una de las manifestaciones del analfabetismo numérico consiste en perder la perspectiva cuando se manejan cifras supuestamente grandes. Sin embargo, y por contextualizar, 92.000 euros no es en absoluto una cantidad grande, es la sanción que tuvo que pagar un solo restaurante de playa por tener en alquiler durante un verano 65 hamacas más de las permitidas (y la multa es ligerísima, la mayoría de esa cantidad consiste en el beneficio obtenido con el alquiler ilegal de las hamacas).

    Por seguir contextualizando, 26.000 euros de impuestos al año significa que Google Spain pagó 200 euros de impuestos por cada uno de sus 130 trabajadores. Por contra, cada uno de esos trabajadores, como cualquier español de a pie, funcionarios incluidos, pagó de 2.000 a 8.000 euros de impuestos, entre diez y cuarenta veces más que su boyante empresario. Y eso es un mundo al revés y un escarnio.

    El argumento de que hay que cobrar pocos impuestos a las empresas porque, si no, se irán a otros países y aumentará el paro es un clásico, pero de la barra del bar, no de los manuales de economía. Lo que constatan los manuales de economía es que los países del primer mundo son los países con la carga fiscal más alta y, al mismo tiempo, los países con el mayor número de empresas grandes y rentables. ¿No es curioso?. Ah, claro, estás diciendo que esas empresas se irán, pero sólo la puntita: se quedarán haciendo negocio en España, consumiendo los recursos y el modo de vida que pagan los impuestos de los españoles de a pie, pero se irán… se irán a las islas Caimán una vez al año dos abogados, para firmar los papeles que hay que firmar para no pagar en España impuestos por los beneficios que se siguen generando y disfrutando en España.

    Por cierto, si el ineficiente y voraz estado español, o francés, o estadounidense no puede funcionar sin cobrar entre un 20 y 35% de impuestos a los beneficios empresariales, ¿cómo pueden hacerlo los paraísos fiscales, qué genios de la economía gobiernan sus destinos? Ah, claro, es que allí sólo se llevan los beneficios, mientras que las empresas y los gastos que ellas generan se quedan en los países de origen, y los pagamos los paganetis como tú y como yo, que en esto de hacer el imbécil somos iguales, con la diferencia de que yo no beso además la mano que me roba.

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