Siempre que oigo o leo este adjetivo, “vehicular”, una mosca chivata me aletea detrás de la oreja. Leo en un periódico que para un tribunal y en un caso determinado “el catalán es la lengua vehicular de los exámenes a profesor de autoescuela”; la noticia no sorprende una vez que todos hemos asumido que el catalán sea la lengua vehicular de las enseñanzas avant la lettre, la primaria y la secundaria.
Decidido a resolver de una vez por todas la razón del incómodo mosqueo, cojo el adjetivo por los cuernos y me doy a estas reflexiones. “Vehicular” es un adjetivo totalmente inusitado, de hecho es un neologismo creado ad hoc (¡lagarto, lagarto!) para acompañar a la palabra “lengua” en el contexto específico de la legistación de política lingüística; que yo sepa no aparece en ningún otro contexto. Primera razón para ponerlo en cuarentena.
Preguntémonos ahora por su significado. La expresión “el catalán es la lengua de la enseñanza”, sin el adjetivo “vehicular”, se entendería igual de bien, lo que demuestra que el adjetivo carece de significado, por lo menos de significado denotativo, el fetén (connotaciones las habrá adquirido con el paso del tiempo, allá cada uno con la suya). Pero concedamos que significa de verdad algo: “vehicular, que sirve de vehículo de comunicación” parece una definición ajustada a su etimología. Sólo que este significado es una tautología, porque nunca las lenguas han servido para otra cosa.
— Oiga. Si en la enseñanza el catalán es la lengua que se usa para comunicarse, entonces el castellano ¿para qué se usa?
— Para nada. Directamente no se usa.
— ¡Ah! Vale.
Así que por este camino tampoco.
Sometamos por último el adjetivo a la prueba de los antónimos. Lo oscuro y lo claro existen por sus contrarios y, en caso de significar algo, “vehicular” debería tener su antónimo. Aquí el intento legitimador naufraga una vez más, pero se enciende por fin una luz. Los contrarios que me salen son tal que:
- El español es la lengua excluida de la enseñanza.
- El español es la lengua prohibida en la enseñanza.
Si tales son los antónimos, el adjetivo original que se ha evitado con el recurso al —en apariencia inocente— neologismo “vehicular” es “lengua única” u “obligatoria”. Veamos cómo suenan:
- El catalán es la lengua única de la enseñanza.
- El catalán es la lengua obligatoria de la enseñanza.
Claro que el legislador no quiso usar ninguno de estos adjetivos: se entienden demasiado bien y suenan como lo que son. En cambio “vehicular” no se entiende, porque nada significa, pero se parece a un argumento; hasta que lo destripas, claro, y se esfuma, pero eso no todo el mundo lo hace.
Retorcer el lenguaje nunca ha sido un problema para el poder. Precisamente por serlo, tiene una legión de filólogos en nómina capaces de justificar, con sólo un adjetivo, el sueldo que esforzadamente se ganan. Una persona inteligente anda por ahí con su neologismo “vehicular” colgado en el currículum a modo de medalla. Él aún se está riendo, los demás un poco menos.
Añadido. Me entero por un comentarista de Menéame de que la RAE ha incluido vehicular en su diccionario:
2. adj. Dicho de una lengua: Que sirve de comunicación entre grupos de personas de lengua materna distinta.
Seguimos en las mismas.
Comentarios
Carlos Cabanillas #
Te he expuesto a juicio público en Menéame. El artículo es una muestra más de la sensibilidad filológica de un auténtico maestro.
¡Gran rentrée!
pómpilo #
Carlos, vas a hacer que me sonroje.
JoseAngel #
La RAE siempre tan de perfil ella…
pilibcn33 #
Menudo friki facha y mentiroso. Para su información, mírese el estatut de Catalunya en el art 35.2 donde alega que los alumnos al finalizar la enseñanza deben saber con suficiencia oral y escrita las dos lenguas oficiales, es decir: catalán y castellano
pómpilo #
Gracias, Pili, por el comentario. Por lo que se refiere al razonamiento, coincidirás conmigo en que es francamente mejorable.
Jordi Silvestre Hita #
— Oiga. Si en la enseñanza el catalán es la lengua que se usa para comunicarse, entonces el castellano ¿para qué se usa? — Para nada. Directamente no se usa. — ¡Ah! Vale.
- Disculpe. El castellano se habla en el patio, en la calle, con diferentes amigos…..Al igual que el catalán, no entiendo porque desde fuera de cataluña se quiere dar una imagen distorsionada y totalitarista del pueblo catalán. Ya está bien, venid un mes a vivir aquí y vereís como esos tópicos se hacen añicos.
pómpilo #
Hola, Jordi. Durante el franquismo (parafraseo su intervención) el catalán se hablaba en el patio, en la calle, con diferentes amigos… pero estaba prohibido hablarlo en clase. ¿No era esa una política lingüística totalitaria? Por supuesto, y por eso mismo es totalitaria la política lingüística de los sucesivos gobiernos catalanes de estos años.
Franquistas y nacionalistas catalanes coinciden en otra cosa: ambos afirman que lo hacen por el bien de los alumnos, para garantizarles un futuro laboral y vital mejor.
Hágaselo mirar. O piense más.