El panfleto es ideología para hoy mismo; por eso se imprimía en hojillas sueltas, y por eso hoy su hábitat natural es la red. Ya hablé del Panfleto antipedagógico de Ricardo Moreno Castillo en un artículo anterior, recién leído y agradecido a su autor. El caso es que del .doc ha desembocado en el papel (ISBN 84-935020-1-4) aupado por el boca a boca. Sale en una editorial nueva, Leqtor (sic), que inaugura en compañía de Félix de Azúa, con contenido ampliado y prólogo (prologuillo, una especie de espaldarazo) de Fernando Savater. Lo recomendé en su día, y ahora más, porque donde esté un libro que se quiten muchas webs: no necesita batería y puede leerse al aire, en la terraza de un parque, arrimado a un daiquiri.
Y ahora ya, hablando en serio, recuerdo lo que han destacado muchos: honradez (que es mucho decir) y un sentido común revolucionario para estos tiempos. Comparto opiniones suyas como que el arte de enseñar es eso, un arte, que se lleva en la sangre y puede mejorar con la práctica; que una de las mayores habilidades pedagógicas nace de la simple pasión contagiosa por lo que se enseña. Y, ya entrando en mayores, me viene el recuerdo de una conversación. Me decía un profe hijo de obreros a mí, otro tanto: “Me creeré la LOGSE el día en que vea que los hijos de obreros siguen entrando en la Universidad”. Y viene esto a cuenta de capítulos como “La falacia de la igualdad” y “La falsedad de la enseñanza obligatoria”. Como no quiero ser prolijo, apunto a las 378 referencias al Panfleto encontradas en Google, para quien quiera abrir boca.
Pero sólo refiero y refiero, sin añadir nada nuevo. Así que añado. Dije yo mismo del autor que “no sé de qué pie cojea, ni me tiene que importar”. Lo decía porque en esto de las tendencias pedagógicas, como pasa con el nacionalismo, basta que uno se declare anti-LOGSE, o antinacionallista, para que pretendan callarle con un “facha”, como si eso diera algo por zanjado. Habíamos quedado en que la progresía (menos lobos, creo que ya estaba en la Ilustración y, si me apuran, en los griegos, porque es la base misma del racionalismo) defendía ante todo el pensamiento crítico y la erradicación de prejuicios y argumentos de autoridad. Pues aquí están los deberes: “Léase sin prejuicios ni sectarismos”.
Contra el nacionalismo obligatorio acabaron levantando voces, como auténticas cuñas, movimientos como Foro de Ermua y Ciutadans de Catalunya. Quiero ver una cuña de parecido tipo en el Panfleto antipedagógico, capaz de aventar mentiras. Estas mentiras, porque estoy seguro (parafraseando) de que otras mentiras vendrán y nos harán más tontos, porque los vendedores de humo las necesitan. Sólo que éstas me pillarán viejo desde el principio.
Suave ironía: he visto el Panfleto en la FNAC, en la sección de (claro está) “Pedagogía”.
Añadido 25/5/2006. Para animar el cotarro la editorial ha montado un blog en el que recoger opiniones. Ahí va: www.antipedagogico.com.
Y aquí casco un párrafo:
También se dirige este panfleto a todos los preocupados por lo políticamente correcto, a los que piensan que defender una enseñanza rigurosa, exigente y disciplinada no es de izquierdas. Las cosas son exactamente al revés. Una enseñanza presuntamente lúdica, donde no se inculca el hábito de estudio, se convierte en un aparcamiento para pobres, donde están entretenidos hasta que les llegue la hora de convertirse en mano de obra barata. Para que la igualdad de oportunidades sea real, ha de haber una enseñanza en la que cada uno pueda demostrar su valía, su inteligencia y su capacidad de trabajo. Quien defienda lo contrario está hurtando a los muchachos de origen modesto la única oportunidad que tienen de estudiar en serio y de competir en parecidas condiciones con los que proceden de familias más favorecidas.
Añadido 29/5/2006. Eduardo Mendoza ha mencionado el Panfleto antipedagógico en su columna “Destrozos” de la contraportada de El País de hoy (servida por Caffè Regio), refiriéndose al signo de nuestros tiempos, en los que las palabras “autoridad” y “disciplina” se han vuelto un tabú.
Opino yo que esto no significa ni de lejos que estemos asistiendo al advenimiento de la utopía anarquista, sino que los perros visten hoy otros collares menos visibles; pero entretanto todo esto nos ha hecho el trabajo más difícil a los que pretendemos usar de una autoridad legítima, la disciplina (“calidad de discípulo”) necesaria para hacer realidad el lema “El saber os hará libres”. ¿Por la esclavitud a la libertad? Tan cierto como que para tener vacaciones pagadas hay que haber currado antes.
Añadido 27/3/2011. Más del autor: ¿Es la pedagogía una ciencia? y Alumnos sumisos y profesores autoritarios.
Comentarios
Ricardo Moreno Castillo #
Estimado Colega:
No sé si conoces un Manifiesto que propone una nueva ley educativa sobre unas bases completamente distintas a las de la ley actualmente vigente. En principio lo apoya SPES (una federación de sindicatos contrarios a la LOGSE) y ANCABA (la asociación nacional de catedráticos de instituto), pero esperamos conseguir muchos más apoyos. Te lo hago llegar para que lo leas y, si estás de acuerdo con su contenido, lo firmes y lo difundas. Se puede acceder a él a través de la página de SPES, o la de ANCABA, (o simplemente tecleando en Google “Manifiesto por una vuelta al sentido común en la enseñanza”), o directamente en este link: Manifiesto por una vuelta al sentido común en la enseñanza.
Un cordial saludo
Ricardo Moreno Castillo
Ricardo Moreno Castillo #
Estimado Colega:
Por si te interesa, acabo de publicar otro libro en la misma línea: “La conjura de los ignorantes”. (Los ignorantes son, por supuesto, los pedagogos).
Atentamente
Ricardo Moreno Castillo
pómpilo #
Gracias por la información, Ricardo.