Todos los que frecuentamos bibliotecas y librerías infantiles por aquello de echar de leer a la descendencia conocemos a Olivia, la cerdita en blanco, rojo y negro creada y dibujada por Ian Falconer. Si tuviera que elegir un rasgo distintivo de esta heroína de cuento, no lo dudaría: confía en sí misma más allá de toda verosimilitud, y eso nos la hace simpática, además de real como la infancia misma. Por eso la he titulado, a la manera de Terencio, heautenpisteuousa “que confía en sí misma”.
Pues bien, me he llevado una alegría al encontrármela en la Feria del Libro en versión latina con el título Olivia: The Essential Latin Edition. La traducción al latín es obra de Amy High y empieza así: “Haec est Olivia. Perita est multarum rerum. Peritissima praesertim in aliis defatigandis. Se ipsam etiam defatigat” (“Ésta es Olivia. Es experta en muchas cosas. Sobre todo es experta en agotar a los demás. También se agota a sí misma”).
Hasta ahora todos conocíamos los Asterix y otros éxitos del cómic traducidos al latín, pero un libro en latín para niños pequeños… demasiado para el corpus. Luego lo he pensado mejor, y es que el libro no es para ellos, sino para mí que me lo he adjudicado sin dudarlo. Aquí la portada y más abajo la referencia bibliográfica por si alguien más disfruta como un niño con estas cosas. Ah, y Amazon.com deja echar un vistazo a alguna de sus páginas. Χαίρετε, digo Salvete.
Falconer, Ian (2007): Olivia: The Essential Latin Edition. Translated by Amy High. New York: Atheneum Books for Young Readers. ISBN: 978-1-4169-4218-4.
Comentarios
Elena #
Puede que en nuestro país se lo compren sólo los adultos, pero en la Gran Bretaña los del IRIS PROJECT están demostrando que a los niños de escuela también se les puede enseñar las lenguas clásicas, y de paso introducirlos en el complejo funcionamiento de la democracia r…?
Santi #
Gracias por la reseña, Pompilo. Seguro que algo se puede utilizar en nuestras clases.
Feliz final de curso.
JoseAngel #
Bueno, también está el clásico Asterix en latín. A mí me compraba mi padre tebeos en latín, del Pato Donald me parece, cuando empecé en el bachillerato— y me grababa cassettes con las lecciones, leyéndolos él.