Cualquier excusa es buena para recordar la poesía que un día ya lejano nos acunó. Por ejemplo, que uno de estos días empieza el invierno y la humedad nos cala hasta el tuétano.
La primavera
Homenaje de Franz Lehar a Jaime Gil de Biedma
¿Quién no se ha puesto un día una guerrera
de húsares, azul, un quepis negro
con un aigret flamante, y las espuelas
con que el caballo vals galopa firme
dentro de los espejos fugitivos
y cual viento de mayo se ha lanzado
a la ocasión que pasa, al dulce atisbo
de la aventura errante, para luego
llorar amargamente sobre el rastro
de una estrella fugaz?Juan Gil-Albert, Homenajes e impromptus,
recogido en Obra poética completa 2,
Valencia, Institución Alfonso el Magnánimo, 1981, p. 341
(ISBN 8400048482).
Comentarios
Ana #
Hermosas palabras, mucho más cercanas de lo que me gustaría. Gracias por compartirlas.